viernes, 7 de diciembre de 2012

La niña triste de la habitación. La historia de mi libélula


¿Por qué no se expresar ese sentimiento?, lo quiero intentar....
Hoy soy libre y mi felicidad tan solo depende de mí, porque nada me ata, nada me obliga nada me impide.
Por tanto quien me puede impedir, decir que:
Me siento orgullosa de mis decisiones de los caminos que recorrí, los que deje atrás, por aquellas personas que un día entraron en mi vida, por las que una vez dentro despedí, también p0or aquellas que nunca tuvieron ni tendrán la oportunidad de hacerlo. Porque hoy por hoy tengo todo cuanto quiero.
Un día me encontré a mí misma, encerrada en mi habitación frustrada y vacía por dentro sucia y sin ganas de vivir nada que sentir nadie a quien querer nada por lo que luchar....
 Hace tiempo que abrí la puerta de esa habitación y vi a una niña de tan solo 14 años decidida a morir en vida....
Y con la indiferencia y prepotencia que en esa época me hacía distinguir,  no la ayude no le tendí la mano, ni me senté a su lado, no llore con ella ni la hice reír. Vi a esa niña asustada y la ignore, cerré la puerta y me marche. Con toda la intención de ser feliz y crecer, olvidándome de su rostro, su tristeza, y el aura de odio que la rodeaba.... Dejando la puerta cerrada, camine lejos allí donde sus recuerdos quedasen en el olvido.
Poco tiempo después me enamoré por primera vez, Estudié a los animales porque veía a las personas semejantes a ellos. También me dedique al deporte luchando en contra de mi inferioridad, mis prejuicios y deje de verme tan pequeña para verme tan solo pequeña.. Fui infiel y sincera a la vez.
Desenamorada me lance al vacío… viví muchas de las experiencias inolvidables que hoy conservo como los mejores momentos.
Entendí que a veces el 1º amor no es el único, ni el más intenso, tampoco el más sufrido. Seguí caminando y me jure nunca más volver amar, así no jamás volvería a herir los sentimientos de alguien vulnerando su fidelidad.
Convencida deje la que era mi vida incompleta, insatisfecha, y me embarque rumbo a mi futuro, independizada, libre y muy desorientada… me di la oportunidad de crecer como persona, conocí gente muy diferente a lo que estaba acostumbrada, y me apasione me engañe me convencí y por ultimo me enamoré.
Por primera vez en mucho tiempo me pregunte ¿Quién era yo? ¿Qué quería conseguir? ¿y que podía ofrecerme? Le debo las gracias a un que teniendo la paciencia como un padre tiene con su hija y tendiéndome la mano que yo misma me negaba a tenderme,  creo que siempre recordaré sus palabras como los mejores consejos y que un día lograron quizás no hacerme salir del cascaron pero fueron sus palabras las que lograron que este cascaron se agrietara “nada es eterno”, “la propia felicidad no depende de nadie más que de uno mismo”, “si quieres puedes”.... Y aunque en ese momento no lo puse en práctica. Guardé la teoría en una parte de mi subconsciente para cuando fuera lo suficientemente madura sacar de mi cabeza ese mapa metal.
Por aquel entonces caí varias veces, llore, me hundí. Y fue con cada una de estas caídas cuando volvía al momento exacto  donde aquel día abrí la puerta de esa habitación, veía la niña asustada , y de nuevo cerraba la puerta sin sentir nada ... Nada más que mi indiferencia hacia la niña, que se sentía sucia y desolada.
Hasta el momento y cada vez que surgía un impedimento en mi vida, caía, me levantaba me sacudía de una manera tan veloz que no dejaba sanar las heridas que me hacía al caer.
Y el que hasta entonces sembrado de dudas creí mi amor me fue infiel , una dos tres veces quizás 4, seguramente fueron algunas cuantas más y le perdone consciente de que no cambiaría, pero no me arrepiento porque tal vez volví a enamorarme de él, soñé me engañé pero fui feliz, porque por encima de mis principios y mi prepotencia me di la oportunidad de conocer a alguien al 100% aceptarlo con sus mayores defectos y adorando sus pequeñas virtudes. Dándole la oportunidad de cambiar acepte que el ser humano comete errores y comprendí que muchas de las ocasiones es incapaz de rectificar su conducta aunque se le dé el medio y la oportunidad para alcanzarlo.
Aceptándolo a él me iba aceptando poco a poco a mí misma, a mi yo interior a esa niña a la cual no di en su momento las razones necesarias para que dejara de sentirse sucia.
Viaje a Italia, Venecia, Roma de la mano de mi amante infiel. Quizás fue en esta última ciudad donde tome la decisión de marcharme de su vida, debía hacerlo era necesario para los dos. Y dos días después de llegar a España, y teniendo la madurez suficiente para aceptar que Sevilla me había aportado todo cuando podía darme me marche.
Me subí a ese tren de la independencia dos años atrás ya era hora de parar en la próxima estación, con la sensación de no haber creado un futuro, ni crecido lo suficiente, con mis sueños cumplido a media pero así lo decidí.
 Cuando el tren aviso de su próxima parada, organizando toda mi dignidad Salí del vagón dando gracias por todas y cada una de las cosas que había aprendido en esos dos años, por el principio de la nueva vida que solo decidí comenzar, quizás sin haber cumplido de todo lo objetivos que me propuse dos años atrás pero con la certeza de que no me eran necesarios cumplirlo en ese momento. Pero aprender fue lo más importante.
Volví a mi casa y tras un verano desenfrenado llego el invierno, tenía tantos “tenía que” pendientes:
Tenía que encontrarme a mí misma.
Tenía que comprender porque el ser humano es infiel por naturaleza a sus principios o simplemente no tiene principios.
Tenía que saber porque esa niña no sonreía.
Tenía que entender ¿por qué cada vez que abría la puerta a la habitación la cerraba sin prestarle ayuda? 
¿Por qué yo que siempre ayude a quien lo necesito, nunca mire a los ojos de la niña y me preocupe por preguntarle, que era aquello que le robaba esa maravillosa sonrisa?
Tenía que comprender mi comportamiento a lo largo de estos últimos años y me matricule en psicología.
A día de hoy no sé si fue o no la mejor decisión pero hoy de 4 cosas estoy segura:
La primera es que el amor no es como tu deseas que sea y que lo maravilloso es poder sonreír no por haber sufrido por amor si no porque un día tuviste la oportunidad de sentirlo. En segundo lugar; que la familia, puede no ser perfecta, no tener tus mismo ideales creencias o valores puede ser el polo opuesto del mundo puede herirte, pero siempre estará ahí, no para entenderte si no para intentar hacerlo y nunca desiste en su intento ...la tercera, comprendí donde está la felicidad ,donde ir a buscarla cada vez que la necesite, y por último y más importante de todo supe quién era esa niña, encontré el modo de ayudarla, y por primera vez en todo ese tiempo vi su maravillosa sonrisa. Le tendí mi mano y la cogió le di motivos para vivir y se aferró a ellos, juntas pintamos esa habitación de verde esperanza, juntas dimos una vuelta por nuestro pasado. Ella me enseño lo que me había negado a ver yo puse su mano en mi pecho y sintió lo que nunca antes se dio la oportunidad de sentir, un corazón latir.
Juntas creamos un antes, construimos un ¿Cómo? y un ¿Por qué? le dinos forma al dolor pusimos cara al miedo y sentí su odio hacia alguien y le demostré que es el amor, y juntas perdonamos.
Finalmente juntas volvimos a esa habitación me soltó de la mano me dio las gracias y se tendió en la cama su rostro reflejaba paz no quedaba nada de miedo ni odio en su mirada, aún me miraba fijamente cuando murió. Su rostro había cambiado donde antes había una expresión fría y triste ahora yacía una enorme sonrisa.
Fue en ese mismo instante cuando por fin comprendí que esa niña era yo, esa niña la que minutos antes decidió morir para enterrar con ella mis lobos malos, los malos pensamientos, las caras tristes los días grises los hombres necios, murió para enterrar todo lo malo que había en mi con ella …
Cerré la habitación y salí a ver la luz del sol, llevaba demasiado tiempo encerrada aunque juraría que fue el necesario,  encandilada tras tanto tiempo a oscuras,  vi por primera vez el cielo despejado y una docena de mariposas volar “me gustaría volar como ellas y tocar el cielo pensé” pero se detuvo mi pensamiento cuando entre tantas mariposa  una era diferente....
Extrañamente perfecta la más bella rara y extravagante de ellas. “Es una libélula” comprendí. Se desvió de su vuelo y vino a posarse en mi nariz. La miré y supe que la niña de la habitación no había muerto, poseía sus mismos ojos y desprendía esa ansia de vida y libertad con la que la vi morir.  Entonces aleteo una, dos veces sus alas y se marchó..... Para que yo no volviera a sentir dolor ira odio o frustración... Voló por mí y se perdió en la infinidad del cielo....

(Por: Miamuqui 2- Dic- 2012 )

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